“Este lugar sería ideal para construir una cancha de aterrizaje…ya me imagino a los pasajeros bajando y admirando nuestro valle…”decía un gran soñador de nuestra tierra- Don Antonio López, antiguo propietario de una parte del Cerro de la Cruz-.
El Cerro de la Cruz, que por muchos años se conoció como el Panteón Cauco por haber sido el lugar en donde fueron sepultados los cuerpos de las victimas de la epidemia de viruela en los comienzos de la segunda década del siglo XX, es nuestro lugar de trabajo para hacer esta reflexión.
Que agradable es la brisa aquí por la tarde. Tras largas horas de pleno sol. La hierba nos habla con su aroma, tiene sed de vida…al igual que nosotros.
La vista que tenemos desde este sector es maravillosa, es por eso que fue nuestro lugar de encuentro para esta reflexión, podemos apreciar los valles de Camisas, Chalinga y Choapa, y así poder mostrarle al mundo el encanto que posee nuestra zona con sus diversas tradiciones y costumbres.
El contacto con la naturaleza nos invita a contemplar todo lo que tenemos y así soñar como nos gustaría que se proyectara nuestra comuna en un futuro próximo en donde nuestros sueños se vean reflejados en ella.
Como jóvenes queremos saber más de lo nuestro y así valorar y respetar nuestras raíces.
Para dar a conocer a otras personas lo que tenemos como comuna, primero no debemos tomar como carga nuestra identidad, el ser salamanquinos nos debe llenar de sano orgullo y de esta manera siempre buscaremos las mejores alternativas para planificar a futuro.
Nuestros nuevos desafíos deben ser utópicos, así como Don Antonio que vivió en nuestras tierras en el siglo pasado, tenemos que soñar, con especial interés en una mejor vida para nuestra gente…que al despertar, podamos contar con las herramientas y caminos expeditos para que sean nuestros ideales.
Saludos a quienes saben del encanto de nuestra ciudad.
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